La OMS recuerda que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en todo el mundo, de manera muy acentuada en los países desarrollados.
Existen ciertos factores de riesgo en los cuales no podemos influir, como la edad y las características hereditarias pero sí podemos modificar otros, como llevar una alimentación saludable, hacer deporte o caminar.
Es decir:
Estas muertes prematuras se podrían evitar siguiendo un estilo de vida saludable que consiga reducir determinados factores de riesgo, como el tabaquismo, la mala alimentación, el sedentarismo, la hipertensión, la obesidad, la diabetes o el estrés
La salud de cada persona está condicionada por su estilo de vida y es importante concienciar a la sociedad.
Para ello realizaremos, de forma gratuita una medición de la tensión arterial, una determinación del colesterol total y un sencillo test de cribado. Con el resultado obtenido, el farmaceútico le ofrecerá recomendaciones y pautas para reducir el riesgo en la medida de lo posible, y en caso necesario le derivaremos al médico.
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FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR MODIFICABLES
La Enfermedad vascular es la principal causa de muerte prematura en Europa, siendo una causa importante de invalidez. Afecta tanto a mujeres como a hombres, y el total de muertes antes de los 75 años por enfermedad vascular es de 42% para el caso de las mujeres y del 38% en los hombres.
El Riesgo Cardiovascular (RCV) es la probabilidad de que una persona sufra una complicación cardiovascular en un periodo de tiempo determinado. Bastan unos datos básicos (edad, peso, sexo) y una información concisa sobre tus hábitos de vida (tabaquismo, colesterol, diabetes, tensión alta, antecedentes de enfermedad cardiovascular) para descubrir si la probabilidad de que padezcas una dolencia de corazón es baja, media o alta.
. A esas muertes pueden contribuir marcadores de riesgo cardiovascular que no podemos modificar, como la edad, el sexo o los antecedentes familiares. Pero también factores de riesgo cardiaco sobre los que sí podemos actuar, lo que haría bajar esas cifras
La prevención funciona, ya que en más del 50% de los casos de reducción de muerte por enfermedad vascular es por modificación del estilo de vida y el 40% por mejora y adherencia a los tratamientos farmacológicos.
Lo objetivos terapéuticos de colesterol y presión arterial dependerán de que el paciente se encuentre en prevención primaria o secundaria. Todos los esfuerzos de prevención deben hacerse de por vida, y el control de estos factores debe intentar mejorarse en TODOS los individuos, incluso en los de alto riesgo.
Según la Fundación Española del Corazón la clave está en intentar evitar que la enfermedad cardiovascular aparezca actuando sobre aquellos elementos que la provocan y que está en nuestra mano controlar, lo que implicaría mantener a raya los siguientes factores de riesgo:
Obesidad
El exceso de grasa, especialmente el que se acumula en la zona del abdomen, es una señal de que nuestra salud cardiovascular puede estar en riesgo. La principal razón es que favorece la aparición de otros factores de riesgo, como la diabetes, la hipertensión o los niveles elevados de colesterol, por lo que es clave combatir la obesidad y mantenernos en el peso recomendado. Para lograrlo debemos seguir una alimentación saludable basada en la dieta mediterránea y practicar ejercicio de forma frecuente.
Sedentarismo
Junto a la obesidad, el sedentarismo es uno de los factores de riesgo cardiovascular más frecuentes en la población occidental. El estilo de vida que seguimos, sobre todo provocar por si solo un daño a nuestro sistema cardiovascular, contribuye a agravar los efectos de otros factores de riesgo como la obesidad, la hipertensión o los niveles altos de colesterol. La buena noticia es que es un factor de riesgo fácilmente modificable: basta con iniciar una rutina de actividad física semanal que incluya como mínimo 150 minutos semanales de actividad física aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos de actividad intensa.
Tabaco
Entre los principales enemigos de una buena salud cardiovascular se encuentra el tabaco: fumar triplica las posibilidades de sufrir una enfermedad cardiaca, por lo que es clave dejar de hacerlo. Además, los beneficios que conseguiremos si dejamos de fumar repercuten en todo nuestro organismo, no únicamente en la salud cardiovascular. Si sólo no puedes, nosotros podemos ayudarte
Hipertensión
La hipertensión arterial no produce síntomas y puede pasar inadvertida
- Es más frecuente a partir de los 40 años, aunque puede aparecer a cualquier edad
- Hay predisposición familiar, aunque se da también en personas sin antecedentes
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que la hipertensión afecta a más de 1100 millones de personas en todo el mundo, y puede tener importantes consecuencias en la salud cardiovascular: las arterias se endurecen para soportar la presión arterial alta, lo que a su vez puede dificultar el paso de la sangre y derivar en complicaciones graves como infarto de miocardio, hemorragia o trombosis cerebral. También aumenta el riesgo de arritmias, insuficiencia cardiaca, dilatación de aurícula izquierda, relajación disminuida del ventrículo izquierdo o hipertrofia del ventrículo izquierdo. Además, con la hipertensión no solo el corazón y las arterias se ven sometidas a mayor esfuerzo. También los riñones se ven afectados, por eso puede derivar en insuficiencia renal. Para controlarla, las medidas no farmacológicas recomendadas son evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, reducir el consumo de sal, practicar deporte y seguir una alimentación saludable.
Niveles altos de colesterol
Cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre, el sobrante se deposita en la pared de la arteria y contribuye a su progresivo estrechamiento. Por eso es tan importante vigilar nuestros niveles de colesterol e intentar reducirlos si superan las cifras recomendadas. La hipercolesterolemia se puede prevenir siguiendo las siguientes recomendaciones:
- Con una alimentación equilibrada y sin grasas saturadas. La dieta mediterránea es la idónea porque su aporte de grasas proviene fundamentalmente de los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados presentes en el pescado y los aceites de oliva y de semillas. También es importante el consumo de vegetales, legumbres, cereales, hortalizas y frutas.
- Haciendo un programa de ejercicio aeróbico (caminar, carrera suave, ciclismo, natación…), a intensidad moderada (65-70 por ciento de frecuencia cardiaca máxima) y desarrollado de manera regular (tres a cinco sesiones por semana), aumenta el HDL (colesterol bueno) y reduce el LDL (colesterol malo) y los niveles de triglicéridos.
Diabetes
463 millones de adultos entre 20 y 79 años padecen diabetes, un importante factor de riesgo cardiovascular que afecta a las arterias y también al músculo cardiaco. Es la razón de que debamos prevenirla luchando contra las causas que propician su aparición, que son el sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo. En caso de que ya se padezca, resulta igual de importante vigilarla con ejercicio y alimentación saludable, además de medicación en caso de que sea necesario.
Para cuidar el corazón del diabético, hay 5 puntos muy importantes:
. Estilo de vida adecuado: Cero tabaco, ejercicio físico (pautado y continuo, no vale salir a pasear de vez en cuando) y dieta mediterránea ( aceite de oliva, menos carnes rojas, pescado, verduras, frutas, teniendo en cuenta las que tienen menos azúcar como sandía o fresas o las que más tienen que evitar como el plátano o el kiwi)
.Tomar la medicación pautada por su médico, endocrino o cardiólogo, teniendo el azúcar bien controlado evitamos todas las complicaciones
. Estricto control del colesterol (mucho más que si no es diabético)
. Tensión Arterial Controlada
. Control del estrés
Enfermedad periodontal
Las enfermedades periodontales y cardiovasculares están relacionadas hasta el punto de que comparten factores de riesgo. Una muestra es que entre las personas con cardiopatía isquémica en España, alrededor del 40% ya ha sufrido pérdida de piezas dentales, lo que indica que la enfermedad periodontal grave es muy frecuente en pacientes con problemas coronarios. Por eso se incluye entre los factores de riesgo cardiovascular. Los expertos aconsejan mantener la buena salud de las encías o, en caso de que ya se padezca periodontitis, tratarla.
Alta frecuencia cardiaca
La frecuencia cardiaca normal en reposo oscila entre 50 y 100 latidos por minuto. Por encima de esas cifras aumenta el riesgo cardiaco según los estudios realizados, que han encontrado una asociación entre la alta frecuencia cardiaca y el riesgo de muerte. De ahí que convenga vigilarla y, en caso de que supere las cifras recomendadas, intentar reducirla. Para ello se aconseja seguir una rutina deportiva con la que combatir el sedentarismo, aunque también existen fármacos para reducir la frecuencia cardiaca en caso de que sea necesario.
M Eugenia Fernández. Farmacéutica comunitaria.