La dermatitis atópica es una enfermedad crónica inflamatoria de la piel, que cursa con brotes intermitentes, de carácter hereditario y no contagiosa.
No tiene una única causa, sino que se trata de un proceso multifactorial ( factores fisiológicos, genéticos, inmunológicos y/o ambientales)
No está causada por ninguna alergia, aunque muchos pacientes atópicos tienen alergias concomitantes que pueden agravar la dermatitis.
Se caracteriza clínicamente por la presencia de xerosis (sequedad), picor intenso, eczema, eritema, irritación /inflamación debido al rascado y riesgo de sobreinfección por bacterias (S. Aureus) o virus.
En ocasiones puede acompañarse de rinitis, asma o alergia.
La prevalencia en la población general adulta es en torno al 1-3% y alrededor del 20% en niños.
En aproximadamente el 60% de los casos de manifiesta durante el primer año de vida, a partir del tercer o cuarto mes, aunque puede aparecer a cualquier edad.
La mayoría de los casos de dermatitis atópica infantil desaparecen en la adolescencia.
La distribución de los brotes en las distintas partes del cuerpo varía según la edad.
Su incidencia ha aumentado en los últimos años, especialmente en las grandes ciudades y debido a varias causas, como la contaminación, el tabaquismo, la reducción de la lactancia materna…
El objetivo principal en casos de dermatitis atópica es disminuir la frecuencia e intensidad de los brotes:
Existen muchos factores desencadenantes del brote, y éstos dependen de cada paciente (estrés, cambios bruscos de temperatura, productos inadecuados de higiene o hidratación…)
Recomendaciones y consejos:
-la higiene debe realizarse con agua tibia y un máximo de 15 minutos y secar de forma suave sin frotar
-Utilizar productos adecuados como geles de ducha y baño sin jabón denominados “syndet”
-Utilizar a diario ropa de algodón o tejidos naturales así como la ropa de cama.
-La temperatura y humedad en las habitaciones debe ser constante
-Es recomendable evitar el uso de suavizantes y lejías al lavar la ropa
-Evitar frio, calor o sudoración excesiva
-Mantener la uñas cortas y limpias para evitar infecciones al rascarse
-La hidratación de la piel debe ser constante para aliviar el picor y optimizar el mantenimiento de la barrera cutánea. Es conveniente hidratar la piel inmediatamente después del baño, con la piel todavía húmeda.
-Los productos utilizados para la hidratación deben ser emolientes/hidratantes y no contener perfumes.
-Conviene aplicar protectores emolientes antes de salir al exterior, sobre todo en zonas de clima frío, en especial en las zonas más expuestas (zona facial)
-En la playa o la piscina, debe aplicarse fotoprotector adecuado para piel atópica cada 2 horas.
-Al salir del agua debe aclararse muy bien la piel y aplicar un emoliente. En periodo de brote no es aconsejable el baño para evitar aumentar la irritación con el cloro o el agua salada
Recomendación farmacéutica:
Además de los productos de higiene mencionados anteriormente (Syndet), debemos utilizar un producto hidratante adecuado, según la zona del cuerpo y el estado de nuestra piel.
Existen varias formulaciones:
-Loción: adecuado en lesiones exhudativas o cuero cabelludo.
-Aceite: en el agua del baño o directamente sobre la piel. Adecuado para piel muy seca.
-Leche, crema y bálsamo: Se utiliza como mantenimiento entre brotes, como hidratante.
La diferencia entre uno y otro se basa en la cantidad de fase lipídica que poseen. El médico o el farmaceútico le aconsejarán el más apropiado para usted.
Pueden contener también principios activos calmantes como la Avena Rhealba .
No deben usarse en lesiones húmedas
-Las zonas con brote deben ser tratadas únicamente con medicamentos y/o adyuvantes específicos, evitando emolientes
¿Cuándo se debe consultar al médico?
Si lo considera necesario el farmacéutico derivará al paciente a su médico de cabecera o al especialista:
-Si el paciente no está diagnosticado
-Si la superficie afectada es extensa o aparece en párpados o zonas poco habituales
-Si el picor es tan intenso que no permite descansar por la noche
-Si se observan signos de infección
Entre los tratamientos farmacológicos más habituales de prescripción médica utilizado en dermatitis atópica se encuentran:
-Corticoides tópicos
-Inhibidores de la calcineurina: tacrolimus o pimecrolimus
-Agentes inmunosupresores e inmunomoduladores sistémicos
-Fototerapia
-Antihistaminicos( para disminuir el picor)
-Antibioticos tópicos u orales ( para tratar la infección)
Recuerde: Su farmacéutico puede asesorarle, no lo dude, consúltenos. Estamos para Ayudarle
Beatriz Ruíz. Farmacéutica Comunitaria